Asinolat busca validar el consumo de leche de burra en lactantes con estudios clínicos


Es la primera lechería del continente americano en producir este alimento, exclusivamente, para bebés.

A fines de la década de los 90′ y principios del 2000 comenzaron a aparecer los primeros casos de alergia alimentaria a la proteína de la leche de vaca en Chile -en el mundo varios años antes- lo que ha ido en aumento en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos.

A comienzos del 2000 llegan a Chile las fórmulas extensamente hidrolizada o aminoacídicas, como tratamiento para esta alergia, elaboradas a partir de la hidrolización de la proteína de la misma leche de vaca.  Con esto, muchos niños se vieron beneficiados, pero también muchos no las toleraron, ya sea por su mal sabor o efecto alergizante residual.

En uno de estos pacientes, con reacción severa a la leche de vaca y también a las fórmulas aminoacídicas, el doctor Germán Errázuriz intentó usar leche de una burra, que los padres del paciente tenían de mascota, obteniendo excelentes resultados. Muchos pacientes que no toleraban las fórmulas aminoacídicas consiguieron por indicación del Dr. Errázuriz una burra para sus hijos, siempre con buenos resultados. Esto quedó como una anécdota médica por mucho tiempo, hasta que este médico gastroenterólogo decidió fundar una lechería de burras junto a su madre.

Esto se concretó el 2014 y la bautizó como Asinolat. “La medicina me llevó a la agricultura y he ido aprendiendo de nutrición animal y de agro, estos 10 años que tiene la empresa”, comentó.

“La leche de burra es la leche más parecida a la leche humana, mucho más que las leches de otros animales. Tiene prácticamente la misma cantidad de proteína, lactosa, calcio y oligoelementos, pero con menos grasa, aunque es rica en Omega 3, por lo tanto, se suplementa con aceite vegetal. Mientras que la leche de vaca, que es muy buena y nos ha acompañado por 10.000 años, es sumamente distinta a la leche materna”, agregó.

Si bien, desde el 2007 hay publicaciones italianas sobre el uso de leche de burra en alergias a la leche de vaca en humanos, solo desde 2017 en adelante, se evidencia un “boom” en la literatura al respecto. “Asinolat es la primera lechería del continente americano y debe ser la segunda o tercera del mundo. Hay varias dedicadas a la producción, pero para cosmética, no con la infraestructura y requisitos necesarios para una producción destinada al consumo humano”, destacó Errázuriz.

Política de Calidad

La empresa cuenta con una política de cuidado y bienestar animal con las burras, que considera, entre otros, simular la libertad, con mucho tiempo destinado al pastoreo y a mantener a sus crías con ellas. Asimismo, Asinolat implementó un procesamiento de la leche de primer nivel, desde la ordeña hasta su envasado. Por este motivo, adquirió una pasteurizadora alemana y optó por secado en frío con liofilización que, pese a ser más costoso y complejo, mantiene el 100% de las propiedades del producto.

“Creemos que en el futuro podríamos exportar, ojalá a Estados Unidos. Ahora, las producciones de la leche de burra son pequeñas en comparación a las de vaca. Para aumentar el volumen necesitas que nazcan nuevas burras, que serán adultas en 3 años más y comenzarán a parir en 4 años. Entonces se debe proyectar”, explicó.

Actualmente, la empresa vende a través de e-commerce, reparte a domicilio y comercializa en Jumbo. La leche liofilizada se distribuye en todo Chile y la líquida solo en Santiago.

Errázuriz señala que buscará validar el uso de la leche de burra en lactantes con estudios clínicos, a fin de que se incorpore este producto como alternativa de alimentación en lactantes.

Reconocimiento en “Alimentos e Ingredientes de Última Generación”

Sobre el reconocimiento como la Mejor Innovación, en la categoría “Alimentos e Ingredientes de Última Generación”, del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile, su fundador reconoció que los llenó de orgullo, porque justamente valida que se trata de un desarrollo innovador. “He recibido mails de procesadoras y envasadoras de leche, pero lo que más nos interesa es dar los pasos y tener todo preparado para exportar, como por ejemplo las certificaciones. No tengo dudas de que es una muy buena vitrina para mostrar lo que producimos y estoy seguro de que van a ir apareciendo más oportunidades”, aseveró.